El equipo femenino de mayores de handball de Argentinos Juniors se consagró campeón invicto de la Liga de Honor Plata de la FEMEBAL. Una conquista a lo grande para un equipo juvenil y formado en el club que nos llena de orgullo. De yapa, lo lograron con un triunfo épico en el último segundo de partido. Conversamos con tres de sus jugadoras y compartimos sus impresiones en esta nota.

El primer equipo de handball femenino de Argentinos Juniors se adjudicó el torneo metropolitano Apertura 2022 de la Liga de Honor Plata. Este logro de por sí es considerable, pero existen varios alicientes que le dan ribetes de hazaña. En primer lugar, la segunda división del handball metropolitano es una categoría sumamente pareja en la que todos los equipos ostentan un nivel similar. Algunos cuentan con la experiencia como un activo importante. Nuestras jugadoras, por el contrario, en su mayoría son menores de 21 años que ya enfrentan de igual a igual a las mayores. Por otra parte, la base del equipo campeón está conformada por un plantel formado en el club que entrena en conjunto desde los diez años de edad. Este año logró una integración con referentes mayores como Daniela Aguzzi, Lucía Giamberardino y Antonella Gambino, tres con antecedentes de representar a nuestro país. Finalmente, no sólo fueron las mejores en una divisional tan homogénea, sino que ganaron los quince partidos disputados en forma consecutiva y se consagraron una fecha antes del final en un partido para el infarto ante Estrella de Boedo disputado en la cancha de S. E. D. A. L. O.

Charlamos acerca de esta inolvidable consagración con tres de las jugadoras más importantes: Agostina Lorenzo, Martina Hoh y Valentina Chadi, las tres con proceso de selección nacional. Quisimos conocer sus sensaciones en un torneo que es intenso pero también de largo aliento. Ellas nos comentaron que si bien miran al certamen con el debido respeto, en el plantel prima una gran confianza en sus capacidades individuales y colectivas. Desde hace un buen tiempo forman parte de equipos de un nivel sumamente parejo. Ese es un estímulo para la superación individual constante, pero a la vez permite descansar en las compañeras cuando las situaciones propias del deporte amateur hacen mella en el físico o en el estado de ánimo. Otra de las claves del plantel es la unidad existente, en donde todas son conscientes de que cualquiera de sus compañeras disputa los partidos y entrenamientos con la misma actitud y es capaz de ir con todo por una pelota dividida. A ese compromiso colectivo le sumaron constancia en el esfuerzo y el enorme sacrificio que requiere ser consecuentes durante quince largos partidos.

Por supuesto que estamos hablando de un certamen competitivo en el que Argentinos presenta un equipo integrado mayormente por jugadoras juveniles. Los principales aspectos procurados durante el certamen fueron el trabajo en el cierre de los partidos, ya que en muchas ocasiones se ostentaban ventajas claras pero debían sufrir hasta el final para ganar. También, en la necesidad de concentrarse en la disputa de cada encuentro sin pensar en lo extenso de la competencia. El enfoque era muy claro: había que ganar el partido siguiente para así ganar todos. En un campeonato de ascenso dividido en dos torneos resultó fundamental haber trabajado en objetivos de corto plazo. Más aún cuando los resultados inesperados fueron la norma y regularmente los equipos recién ascendidos disputaron con fiereza ante los candidatos e incluso los derrotaron. Esto es algo a lo que estaban habituadas luego de haberlo experimentado en la categoría juniors.

En el fondo, confiaban en la certeza de vencer en este campeonato como se confía en luchar por el ascenso a fines de año. Otra de las claves pasa por integrar un equipo de gran nivel competitivo en el que tienen el privilegio de compartir con sus amigas. Sin descuidar la pelea por los puntos, el plantel puso el foco en disfrutar ya que algo así no es tan frecuente en un equipo de primera. Sabiendo que tenían la capacidad para vencer a cualquiera, se dieron cuenta con el correr de las jornadas de que los resultados aparecían cuando disfrutaban de los partidos. Era en esos momentos cuando ponían en juego su gran experiencia jugando juntas y su conocimiento mutuo. Eso se complementó con su carácter juvenil: consideran que esto las favoreció ya que les aportó mayor frescura que la que tenían otros equipos. Lógicamente también fue limitante por su inexperiencia en estas lides y por cierto nerviosismo en instancias decisivas, ya que están haciendo sus primeros palotes en torneos de estas características.

De cara al futuro, estas jóvenes deportistas tienen dos objetivos fundamentales desde lo colectivo, coherentes con este logro. En primer lugar, obtener el ascenso en el torneo Súper 8 a fines de este año, al que han clasificado con la obtención del Apertura. Así, el handball femenino de Argentinos Juniors recuperaría el lugar que su historia merece. Nada de aflojar a partir de una buena racha. Por otro lado, buscarán la consolidación del equipo en nivel de juego y en el aspecto humano construyendo fuera de la exigencia individual. De esta manera, esta clase de resultados podrá sostenerse en el mediano y largo plazo. Al tiempo, cada jugadora apunta a la mejora personal y a la competencia sana, sabiendo que eso redunda en la evolución colectiva del equipo.

Una coronación inolvidable

La consagración llegó de la mano de un triunfo con un gol en el último segundo del partido de la fecha 14 ante Estrella de Boedo (subcampeón junto con Muñiz), cortesía de una estupenda definición de Agostina Lorenzo tras un gran pase de Martina Hoh. Obviamente no podíamos dejar pasar la oportunidad de conversar con las campeonas sobre qué se siente ganar un torneo en el último suspiro del juego decisivo. 

Agostina, la heroína de la jornada, fue la encargada de tomar la palabra en primer lugar. Recordó que durante todo el partido tuvieron la sensación de que no podían perder pasara lo que pasara. Eso a pesar de que los cierres de los encuentros era lo que les planteaba mayor dificultad. Había una gran seguridad y concentración en el medio, lo que Martina reafirma diciendo que no llegaron a ponerse tristes por el empate in extremis de penal de Estrella. También, todo se dio tan rápidamente que sólo sintieron el alivio de la victoria. Por último, destacan que a pesar de haber jugado en la cancha de S. E. D. A. L. O. (un histórico rival que siempre les plantea un gran desafío), se sintieron locales por la gran cantidad de público de Argentinos que acompañó hasta Lanús al equipo dirigido por Laura Juanicotena.

Finalmente, les dimos la oportunidad y el espacio para que agradezcan públicamente a quienes quisieran. Con los pies en la tierra, las tres destacaron en nombre de todo el plantel a sus distintas entrenadoras y entrenadores (tanto los actuales como los anteriores), que las acompañan y las forman desde sus 10 años. Consideran que todos, tanto DTs como preparadores físicos son los responsables de que ellas hayan tenido este nivel. Lógicamente, hacen extensivo el agradecimiento a sus familias que les brindan el apoyo cotidiano e incondicional y a la gente de Argentinos que siempre las acompañó.