Una formación alternativa de Argentinos Juniors empató sin goles ante Independiente en Avellaneda. Un buen resultado para iniciar la Liga Profesional de Fútbol en medio de los compromisos ante River Plate por la Copa Libertadores.

Argentinos Juniors empató 0-0 ante Independiente en la noche del domingo. El encuentro no tuvo muchas emociones ni grandes momentos para destacar. Es imposible analizarlo sin poner en la balanza la composición del equipo presentado por Milito. Casi toda la lista de concentrados estuvo integrada por futbolistas que habitualmente se desempeñan en la reserva y por algunos juveniles que hacen sus primeros palotes en la máxima categoría. Claramente esa fue una decisión acertada considerando el trascendental partido ante River del próximo miércoles. Con todo, no se vio mayormente comprometido por un más que tibio Independiente que sí puso a sus titulares en cancha, a pesar de encontrarse también en el medio de dos choques por la Copa Sudamericana.

El primer tiempo tuvo un mayor dominio territorial por parte del equipo de Julio Falcioni. Argentinos se mostraba totalmente partido entre defensa y ataque, sin conseguir hilvanar jugadas que vinculen a los hombres de área con sus compañeros. La posesión de pelota estaba dividida, pero la visita apenas superaba la mitad de cancha con balón dominado. La tónica estuvo marcada por un juego trabado y deslucido, en donde la defensa improvisada de Argentinos pasó algunos apuros en el afán por comenzar todas las jugadas tocando corto con Chaves. El local acusó recibo de esa impericia y dedicó todo el partido a ejercer una presión asfixiante sobre esa salida forzando su error. Un par de llegadas mediante ese recurso y otro tanto de disparos aislados desde afuera del área fueron las únicas jugadas con relativa claridad no sólo de Independiente sino de todo el primer tiempo. Chaves respondió correctamente cuando fue exigido, aunque a veces fue víctima de la excesiva insistencia por salir tocando siempre.

La segunda parte fue algo más interesante, a pesar de ser también fácilmente olvidable. El trámite se mantuvo similar al de los primeros 45 minutos. Argentinos tuvo cierto monopolio de la pelota en un pasaje que se inició alrededor de la hora de partido y perduró por un buen rato. En ese lapso llevó el juego a las inmediaciones del área rival y estuvo cerca de forzar un error que le permitiera desequilibrar. Sin embargo, Independiente hizo gala del fútbol que caracteriza a su entrenador y tuvo un buen rendimiento defensivo. Logró neutralizar por completo a los hombres de ataque dispuestos por Milito, que casi no sumaron disparos al arco. Así se fue un partido anodino, que cumplió a la perfección con lo que se esperaba en la previa: dos equipos más concentrados en sus respectivas copas que en el inicio del certamen local. Toda la atención de Argentinos está puesta en el partido del próximo jueves, que sin dudas es el más importante en el plano internacional al menos en los últimos trece años.

Síntesis