Argentinos Juniors cayó sin atenuantes por 2-0 ante Vélez en Liniers. Con una racha de cinco partidos sin triunfos, se aleja gradualmente de la clasificación a la Copa Sudamericana.
Argentinos había mostrado varias mejoras en su último duelo ante Godoy Cruz que parecen haber quedado en el vestuario del Diego Armando Maradona. Anoche, el equipo estuvo desconocido y fue superado con claridad por un Vélez que ratificó su buen andar en el torneo y en su pelea por ingresar a la Libertadores. Si bien los goles llegaron sobre el final del partido, la diferencia pudo ser incluso mayor y plasmarse en el marcador desde más temprano.
El encuentro se caracterizó por un notable triunfo del planteo táctico de Mauricio Pellegrino. La visita no tuvo control de la pelota por largos pasajes. De esa forma, no pudo plasmar su idea de juego habitual. El gran inconveniente se encontraba en la mitad de la cancha. Un esforzado Matías Romero poco podía hacer para compensar la presencia de Poblete y Mancuello. La línea media más nutrida del equipo local hacía y deshacía a su antojo. Semejante predominio se sumaba a una poblada defensa visitante que lucía algo inconexa y acababa dejando expuesto a Lanzillota. Habiendo un problema tan evidente entre los mediocampistas, resulta difícil explicar por qué la primera sustitución implicó la salida del volante Luciano Gómez. En su lugar ingresó un tercer marcador central como Minissale, quien se sumaba a Torrén y Villalba.
Si Argentinos tuvo alguna oportunidad, fue a partir de arrestos aislados o de errores a los que indujo a su rival. Así, paradójicamente, tuvo la ocasión más clara del partido hasta ese momento a los 18 minutos de juego luego de que el local llegara cuatro veces. Vélez salió jugando desde los pies de Hoyos pero la defensa entregó el balón a los delanteros de Argentinos que presionaban alto. Al no tener ángulo para patear, Reniero pivoteó y abrió para Ávalos. El goleador paraguayo se tomó demasiado tiempo y no pudo definir, perdiendo la pelota por la rápida intervención de De Los Santos.
Tanto la primera como la segunda parte transcurrieron con esa clara hegemonía velezana, pocas veces puesta en cuestión por Argentinos. La sociedad entre Mancuello y Almada hacía estragos, incrementando esa sensación de que el gol fortinero era cuestión de minutos. Si bien hubo un repunte en la posesión y en el dominio territorial al inicio de la segunda mitad, pronto fue compensado por Vélez. A pesar de su plétora de llegadas, el equipo local recién encontró el 1-0 a falta de diez minutos para el final cuando Argentinos ya jugaba con diez hombres. 180 segundos antes del tanto de cabeza de Gianetti, Miguel Torrén fue expulsado por un conato de agresión al árbitro Mastrángelo luego de que este le aplicara una tarjeta amarilla totalmente justificada.
La expulsión torció definitivamente el rumbo del encuentro. Al perder a su referente en la zaga, el equipo visitante ya no pudo aguantar los embates del rival. Tras jugar al límite por ochenta minutos, Argentinos perdió la línea y sufrió el citado gol de cabeza de Gianetti (al filo del offside) y la sentencia del ingresado Pratto en tiempo de descuento. Todo ello a pesar del audaz planteo de Milito quien, incluso luego de la expulsión, hizo cambios de vocación ofensiva buscando el empate. De esta forma, claramente superado por un rival de mayor jerarquía, Argentinos llegó al quinto encuentro consecutivo sin victorias. Si bien marcha a escasos cuatro puntos del último puesto de clasificación a la Copa Sudamericana, deberá recuperar pronto la memoria si quiere quedarse con ese lugar en medio de una lucha cuerpo a cuerpo con varios equipos que también pelean por esa plaza. Gimnasia y Esgrima La Plata, el rival del próximo fin de semana, es uno de ellos.
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