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Gonzalo Siri: "Ser arquero es estar preparado para las frustraciones"

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Gonzalo Siri, portero de la Octava, analiza el puesto. Además, revela a qué club dejó de lado para llegar a Argentinos, cuenta los detalles sobre la lesión que asustó a todos y, con apenas 15, no se achica. “Si lo tuviera a Piscu enfrente me agrandaría para que él se asuste… Aunque es difícil que pase”, bromea.

Al sentido de pertenencia le corresponden unos cuantos sinónimos. Argentinos es uno de ellos. Tal vez no aparezca en los diccionarios comunes, pero sí en todos los libros de historia relacionada al fútbol. Porque, en otras épocas, esas de las que quedan pocos registros, se ganó el mote de «El Semillero del Mundo». Y los años no hicieron más que sacarle brillo a esa chapa.

De algún modo, Gonzalo Siri fue cortado por esa tijera. Las planillas dirán que su carrera inició en otro suelo, no muy lejos de La Paternal. Sin embargo, en 2017 se encargó de empezar a escribir su propia historia. El juvenil, categoría 2003, quedó libre de Vélez el año pasado y, en lugar de pensar en colgar los guantes, salió a achicar. “Lo primero que hice fue llamar a mi papá y pedirle que me consiga una prueba en un club, pero antes le aclaré que quería volver a mi colegio, con mis amigos”, cuenta. Porque de su ADN brota esa premisa: la de serle fiel a sus raíces, la bandera que más alto flamea en el CEFFA.

Y ese intento lo marcó para siempre. “Dos semanas después de la prueba en Argentinos teníamos prueba en San Lorenzo. Cuando le pregunté qué quería hacer, me dijo que se quería quedar acá”, revela Lucas, su papá, quien lo dirigió en otra cancha: la de futsal. “Es un deporte que me encanta. Hubo una época en la que hacía las dos cosas pero, si hoy me das a elegir, me quedo con el fútbol”, suelta el arquero de la Octava.

En pocos meses, Gonzalo logró ganarse un lugar entre los nombres de la cantera. Hoy, con 15, guarda en su repisa la medalla de campeón que obtuvo con la Novena. A su vez, fue parte del título que ganó la Octava el año pasado por la lesión del titular: “Ya me pasó eso de defender dos categorías cuando estaba en El Talar, donde jugaba en la 2003 y atajaba en la 2002”. Aunque también tuvo un gran susto hace poco: sufrió una contusión cerebral ante Gimnasia (LP).

¿Cómo fue?
Medio raro, porque al principio no sabía qué me había pasado: estuve internado desde el jueves a la tarde, que fue cuando jugamos, hasta el sábado a la mañana… ¡Me dijeron que preguntaba 50 veces las mismas cosas cada cinco minutos! Después, cuando fueron a visitarme, todo cambió.

¿Te asustaste? ¿Llegaste a pensar en no jugar?
No. Es más: quería volver a jugar sin hacer reposo. Mis papás sí se asustaron hasta que vieron la tomografía, pero yo sólo pensaba en volver cuanto antes. Aparte, tuve un apoyo increíble de parte del club: me acompañaron y me llamaban todos los días para ver cómo estaba.

¿Notás que cambiaste desde que llegaste a Argentinos?
Mucho. Los profes que tuve el año pasado me dieron una confianza que siendo nuevo no me esperaba, entonces me mataba entrenando y trataba de hacer lo mejor. Aparte, tuve una charla porque, con mi forma de jugar, sentían que era agrandado… Pero lo trabajé. Hablé mucho con ellos y, si bien no me sentía así, me ayudaron. Que estén tan presentes es lo que más te motiva.

¿Qué tratan de inculcarte?
Que siempre primero están la humildad, el respeto hacia el otro y la unidad del grupo. No lo individual, sino el grupo.

El puesto de arquero requiere de mucha personalidad. ¿Eso también lo trabajás?
Sí, lo más importante es la cabeza. Ser arquero es estar bien preparado para las frustraciones. Por ejemplo, si tuve un mal partido y el equipo ganó, no me afecta tanto… Ahora, si me equivoqué, me quedo mal todo el día. Ahí, para no pensar trato de pasar un rato con mis amigos o jugar a algo.

¿Sos de ver fútbol?
¿La verdad? No miro mucho. Me gusta más disfrutarlo jugando… Si bien mis referentes son Courtois (Chelsea) y Ter Stegen (Barcelona), tampoco me la paso viendo fútbol de afuera. Es raro, pero no le presto mucha atención a la TV. Lo que sí me encanta es mirar videos de distintos entrenamientos de arqueros… ¡Cómo vuelan! Me encantaría hacerlo en la cancha de Argentinos…

¿Te ilusionás con eso? El futuro inmediato es la Reserva…
Sí, pero no me lo imagino porque me gusta esperar. Aparte, necesitás experiencia. Ser futbolista requiere de demasiado esfuerzo: de tu familia, de vos mismo… Ojalá se dé lo más rápido posible, aunque no me desespero. Sé que estoy en uno de los mejores clubes de Inferiores, y eso me motiva. Más viendo que hay jugadores como Pisculichi, Machín, Barrios, que salieron de acá.

Si enfrente lo tenés -por ejemplo- a Piscu, ¿te agrandás o te asustás?
Me agrandaría para que se asuste él… Aunque es difícil que pase.

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