Futsal: Mano a mano con Augusto Madelón
En plena pretemporada y con la expectativa de otro año de competencia a flor de piel, charlamos con Augusto Madelón, el nuevo preparador físico del futsal de la Asociación Atlética Argentinos Juniors. ¿Cuál es su historia? ¿Qué pretende del equipo en este 2018? ¿Cómo es su relación con su papá, el entrenador de Primera División, Leonardo Madelón? Conocé al profe de los Bichos en esta entrevista mano a mano.
¿Cómo llegaste al club y con qué te encontraste en Argentinos Juniors?
Vengo al club de parte del nuevo técnico, Lionel Bove, a quien conocí el año pasado jugando en Nueva Chicago. En su momento le había propuesto la opción de acompañarlo y trabajar con él si llegaba a tener otra oferta para dirigir, porque cuando lo conocí me gustó mucho su forma de trabajar. El futsal en mi vida era más un hobby, como jugador amateur, y esta experiencia me suma más a lo personal y a mi futuro y por eso es que elegí venir al club. Me encontré con un Argentinos muy ordenado y principalmente eso fue lo que más me atrajo. También me gustó el proyecto y sobre todo las ganas por parte de toda la gente del club, estoy muy conforme con eso.
Dejaste de jugar para dedicarte de lleno a la preparación física…
Sí, ya estuve laburando antes como profe, pero lógicamente el jugar me sacaba mucho tiempo. Este año decidí resignarlo para seguir adquiriendo experiencia y desarrollar aún más mi carrera como preparador físico.
Y en estos primeros días, ¿Extrañás la cancha? ¿Extrañás jugar?
Se extraña, sí, obviamente. Se extraña el vestuario, los compañeros, el día a día de entrenar, pero también tengo muchas ganas de seguir formándome en esto. Por eso me dedico lo más profesionalmente posible al rol de profe y estoy muy motivado, tratando de contagiar las ganas al grupo, al mismo cuerpo técnico, y colaborando siempre en todo lo que se pueda. Igualmente la parte del fútbol la suplo jugando algún que otro torneo con mis amigos, que es lo único que me queda para jugar, así que también estoy aprovechando eso.
¿Cómo encontraste al grupo tanto anímica como físicamente?
Tuve la suerte de ver el último partido con Caballito y estaba ya más o menos situado en cómo estaban los pibes. Encontré un grupo muy bueno, ya se lo dije varias veces al técnico. Es un grupo humano excelente, con varios líderes muy positivos que se conocen desde hace un buen tiempo. Creo que ese es uno de los aspectos más destacables del grupo, porque a veces armar un plantel de cero con todos jugadores nuevos puede ser más complicado. La base del grupo está muy bien preparada y de ánimo los encontré bastante aliviados, después de haber sufrido todo el año, y con muchas ganas de revertir el papel del año pasado.
¿Sentís que haber estado jugando hasta hace tan poco tiempo te da un plus para entender la situación de los jugadores y tener mayor proximidad con ellos?
Sí, de hecho a algunos los conocía de haberlos enfrentado y obviamente que al jugador le gusta saber que el profe pasó por su situación y que no es el típico preparador físico de manual. Uno también sabe lo que es tener al profe estándole encima todo el tiempo, insistiéndole, ajustando un poco al que le haga más falta, entonces quizás en eso tenés un poquito más de aval al venir del mismo palo. Yo lo pienso así y creo encontrar la misma respuesta por parte de los jugadores.
¿Se plantearon un objetivo en común entre los jugadores y el cuerpo técnico?
Sí, lo hablamos antes de arrancar. Al comienzo de la pretemporada a cada jugador se le dio un espacio para que pudiera plasmar su objetivo grupal e individual, de lo que cada uno espera para este año. Y nosotros como cuerpo técnico, antes de conocer de lleno al plantel, nos habíamos propuesto formar un equipo que de que hablar y que pueda llegar ser una sorpresa a lo largo de esta temporada, ya que se viene de pelear el descenso y pretendemos enfocarnos en pelear los puestos de ascenso. Creemos que hay material y muchas ganas para luchar por ese objetivo. Queremos meter en la cabeza del grupo el chip ganador. Por más que ahora recién estemos jugando amistosos que nos sirven para entrenar, estos partidos también sirven para ir tomando confianza y queremos ganar cada partido. La idea es lograr que los chicos estén bien concentrados en cada entrenamiento y tratamos de ser un plantel lo más profesional posible, con ese contagio de las ganas que tenemos día a día al cual los pibes siempre responden. Es un ida y vuelta muy lindo el que tenemos.
Cuándo asumió el nuevo coordinador de la actividad, Lucho González, una de sus consignas era el tema del profesionalismo. ¿Cómo se hace desde el cuerpo técnico para ser lo más profesional posible dentro de lo amateur?
Hay que saber ceder en los momentos justos. Obviamente uno les va a exigir como si fueran profesionales, como si vivieran de esto, pero también está el entendimiento de saber que todos vienen de laburar todo el día y a veces llegan cansados al entrenamiento. Hay que tener esos factores en cuenta y conocer el límite de hasta dónde se puede exigir en el día a día, siempre tratando de pedirles un poquitito más para que sea lo más parecido a lo profesional.
¿Una opinión sobre el DT Lionel Bove?
Lo tuve como director técnico, así que si hoy estoy trabajando con él la opinión seguro que es positiva. Me gusta lo profesional que es para tomarse el laburo y lo exigente, pero no solo con los demás sino también consigo mismo. Hace poquito fue papá, con lo cual el año pasado estuvo acompañando a su mujer durante el embarazo, pero sin embargo él no resignó nada, no faltó a ningún entrenamiento, nos exigió todo el año… En este sentido me parece que ese es uno de sus fuertes y después tiene una buena relación con el grupo, que eso también es fundamental.
Sos hijo del entrenador de Primera División Leonardo Madelón. ¿Influyó el laburo de tu papá en tu decisión personal de entrenar?
Si, obviamente. Con mi viejo tuve la suerte de criarme en el ambiente del fútbol, de mamar desde chico lo que es estar dentro del mundo del deporte y la faceta que más me gustó de todas las que vi, además de la de entrenador, fue la de preparador físico. Tuve la suerte de conocer profes muy buenos, de trabajar con varios de ellos, y por eso siempre que tuve la posibilidad de ir y aprender con mi viejo, lo hice. Consultando y dando una mano en lo que hiciera falta sumé mucha experiencia, más que nada el último tiempo en Unión en donde estuve ayudando a los profes y trabajé en contacto con los jugadores de Primera División. Para mí eso fue una experiencia impagable y en todo momento traté y trato de aprovecharla. Pero sí, influyó mucho en mí elección el laburo de mi papá.
El fútbol y el futsal son deportes parecidos pero también muy distintos al mismo tiempo. ¿Te aconseja tu papá? ¿Charlan seguido de la preparación de Argentinos, de Unión?
Si, charlamos un montón. De hecho a veces hasta me consulta él a mí, porque como bien decís son dos deportes diferentes y él no tiene muy estudiado el futsal, así que nos vino a ver varias veces el año pasado cuando jugaba en Chicago. Me aconseja sobre todo en lo que es el manejo de grupo, que creo que es uno de sus fuertes, y yo trato de escucharlo y también de comentarle cómo son las cosas acá, porque el entrenamiento de cancha de 11 es diferente pero también tiene muchas semejanzas. Hablamos mucho de los dos lados.
¿Y soñás algún día con ser preparador físico de un equipo de Leo Madelón?
Sueño con ser preparador físico de Primera División, pero no sé si de un equipo de mi papá. Laburar con tu viejo no siempre es fácil y más si sos el profe, que a veces tenés que ser un poco más compinche con los jugadores. Creo que por ahí al ser el hijo del técnico te pueden mirar de otra forma. Aprendí mucho con mi papá y eso me sirvió al momento de arrancar a laburar, pero ambos coincidimos en que en el día de mañana lo mejor va a ser abrirme y formar mi propia carrera. Pero sí, laburar en Primera División siempre será un gran objetivo.
¿Para qué está Augusto Madelón en el Bicho y para qué está el Bicho en este año de futsal?
De mi parte estoy para sumar. Para contagiar optimismo, ganas y preparar bien la parte física, que es lo que a mí me compete. Me gusta dar una mano en todo lo que pueda: aconsejar al cuerpo técnico, dar opiniones tácticas cuando me lo consulten, ofrecer otra mirada que pueda aportar un poco más, pero sobre todo pretendo que tengamos una mentalidad ganadora para pensar en un Argentinos Juniors grande como lo fue históricamente. El plantel en sí está para cosas importantes, para ser una sorpresa en este torneo, y esperamos poder dar que hablar porque es lo que vinimos a proponer. Ese pienso que es el objetivo del año.
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