La Asociación Atlética Argentinos Juniors se suma a la ola de repudios que desató el crimen racista de George Floyd. Condenamos desde siempre toda forma de discriminación en cualquier parte del mundo.

Somos Argentinos Juniors. Somos un club fundado por idealistas que lo nombraron “Asociación” para eludir cualquier noción de criterio excluyente. Somos de un barrio de obreros y gente humilde que siempre fue un hogar para migrantes de todo tipo -internos y externos- que forjaron nuestra identidad. ¿Cómo vamos a contemplar impasibles cuando el mundo es sacudido por un crimen de odio?

A pesar de que aquel hecho nos parezca lejano, nos debe servir para prestar atención sobre las desigualdades que lo permitieron. El asesinato de George Floyd pone en evidencia el racismo estructural sobre el que se articula la sociedad estadounidense. Aunque nos resulte inexplicable, en ese país la desigualdad racial no existe en las leyes pero sí en la práctica. Las poblaciones afrodescendientes y latinas tienen menores recursos, menor acceso a la educación y peores perspectivas de futuro en general.

Por más que esa realidad nos indigne, debe servirnos para pensar cuál es la situación en nuestro país, nuestro barrio y nuestro club. Y no hablamos solamente de condenar enérgicamente episodios de racismo explícito, como aquel que sufriera en 2015 Reinaldo Lenis en el campo de juego de nuestro estadio, insultado cobardemente por un rival (quien, además, no recibió sanción alguna). Nos referimos tanto a las pequeñas conductas de discriminación (étnica, religiosa, de género, por orientación sexual, nacionalidad, etcétera) que hemos sufrido, llevado a cabo o consentido en nuestra vida cotidiana, como a la invisibilización de colectivos significativos de nuestra nación como la población afroargentina o los pueblos originarios. Las condiciones de vida de estos grupos en nuestro país no difieren mucho de las de afrodescendientes y latinos en Estados Unidos. ¿Estamos tan lejos de situaciones como las del crimen policial de Mineápolis?

Creemos que existe un consenso unánime en contra de toda forma de racismo y discriminación, y por eso desde la Institución hemos incorporado comisiones como las de Género y Equidad y Derechos Humanos. Años de prácticas racistas estructurales en nuestra sociedad nos conducen a hacer la vista gorda ante episodios de lo más diverso. ¿O qué son, acaso, las consignas discriminatorias que se entonan ocasionalmente en los estadios? ¿Y la violencia de género, que de tan incorporada también se invisibiliza?

Nos solidarizamos con las víctimas de toda práctica racista, xenófoba o discriminatoria como en este caso. Y queremos aprovechar para llamar a la reflexión de toda la familia de Argentinos Juniors sobre las pequeñas y grandes manifestaciones cotidianas que habilitan su existencia. Lo sucedido con George Floyd tiene que servirnos a todas y a todos, aquí y en cualquier parte, para desterrar para siempre toda práctica racista. Los primeros pasos en ese sentido son cuestionar nuestros propios privilegios y volver la vista hacia aquellas otras víctimas de racismo y discriminación estructural que forman parte de nuestra propia comunidad.