Recordamos el inolvidable campeonato de 1984 donde Argentinos se consagró campeón del Torneo Metropolitano, tras vencer a Temperley por 1 a 0 con gol de Jorge Olguín, en el Estadio Arquitecto Ricardo Etcheverri.

El 23 de diciembre de 1984 el «Bicho» gritaba por primera vez campeón en el Estadio de Ferro, donde supo ser local durante 18 fechas, detalle que no pasó por alto Roberto Saporiti: «Argentinos salió campeón jugando 18 partidos en cancha neutral y 18 partidos de visitante, sin tener localía propia. Esto es importantísimo. Un equipo que realmente jugaba muy bien, ganaba y gustaba», expresaba el, en ese momento, entrenador.

Hoy, a 35 años del primer campeonato en el fútbol nacional, Adrián Domenech (defensor y capitán del plantel campeón) reconoce que estaban pendientes de lo que pasaba en La Plata entre Estudiantes y Ferro; partido que culminaría en empate 1 a 1 relegando así al «Verdolaga» al subcampeonato, y poniendo a Argentinos en lo más alto de su historia.

«Salir a jugar cada partido como una final fue la idea que comulgaba entre nosotros», expresaba Lemme, en el medio de recuerdos de la pretemporada en Necochea, y el desempeño en el torneo.

Siguiendo con las memorias, el «Sapo» Saporiti, hace referencia a cuando toma el equipo con el objetivo de evitar el descenso: «La personalidad tremenda de los jugadores y la suerte de tener dos personas fundamentales como el «profe» Álvarez y el «doctor» Avanzi hicieron de esto un verdadero equipazo. Nunca hubo un desacuerdo entre nosotros, teníamos claros los objetivos y sabíamos lo que podíamos dar».

Luego de haber logrado algo tan importante para Argentinos Juniors como fue el Torneo Metropolitano del '84: ¿Tomaron dimensión, con el paso de los años, de lo que es sacar a este club campeón por primera vez en su historia?

Si, con el paso de los años. En un principio, no. Obviamente que te das cuenta que sos campeón, con todo lo que eso conlleva; jugar la Libertadores después, y el choque de la final de Juventus. Una materia que nos quedó pendiente, culminaba «Quique» Vidallé.

Roberto Saporiti, Adrián Domenech, Enrique Vidallé, Carmelo Villalba y Miguel Ángel Lemme, coincidieron en que el equipo que ganó el Metropolitano y le dio paso a la Libertadores en el '85 mantenía una identidad, una personalidad firme con la que fue reconocido en el mundo entero.