Argentinos Juniors fue superior a Central Córdoba pero debió conformarse con un empate sobre la hora. Partido polémico y sumamente condicionado por un pésimo arbitraje.

La tarde del lunes se presentaba espléndida para un partido de fútbol, con un hermoso cielo despejado sobre el Diego Armando Maradona. El buen clima en pleno invierno pareció predisponer muy bien a los jugadores de Argentinos, que salieron a la cancha dispuestos a borrar a su rival de la cancha. El planteo de Milito era vertical y directo, con su habitual juego por las bandas. La visita, por su parte, esperaba anteponiendo el orden en defensa, rezando por un error del rival para desequilibrar.

Los primeros minutos fueron un monólogo de Argentinos. La salida era muy clara y todo el juego estaba de mitad de cancha hacia adelante. La defensa, por su parte, se mostraba muy sólida en los retrocesos, subsanando un problema que había tenido en los últimos partidos. Sin embargo, el 1-0 llegó antes de lo previsto y de parte del equipo que menos méritos había realizado. Central Córdoba tuvo una jugada de ataque aislada en la que manejó muy bien la transición, llenando el campo de Argentinos con todos sus jugadores ofensivos. Chaves despejó a puro reflejo un mano a mano con Milton Giménez. El rebote cayó justo en la ubicación de Silvio Martínez quien, con una extraordinaria pirueta, marcó un golazo desde afuera del área de San Blas.

El gol levantó el ánimo de la visita, que tomó las riendas del partido. A pesar de eso, no puso ningún empeño en el plano creativo. Se conformaron con clausurar la mitad de la cancha, imposibilitando el juego de Franco Moyano quien siempre recibía con dos marcadores encima. A la vez, cerraban con maestría los espacios y nunca dejaban de presionar en la línea media. Sin que ninguno de sus hombres brillara particularmente, el equipo de Coleoni se adueñó del trámite y llevó su libreto a término por un largo período. Argentinos, por su parte, se perdía en su propio apuro y era víctima de sus imprecisiones. Además de un Ávalos que no podía entrar en juego, debía lidiar con las imprecisiones en el pase de la línea media y cierta liviandad en la marca. Así, terminaba cayendo en el nefasto pelotazo a la nada. Recién al final del primer tiempo empezó a cambiar el talante, empezando por recuperar el balón.

La segunda parte fue en línea con ese final. Argentinos volvió a primar en el encuentro, pero padecía de cierto déficit en el juego creativo de la misma manera que en el último partido ante Arsenal. El ingreso de un movedizo Javier Cabrera vino a subsanar eso. Ávalos empezó a gravitar mucho más, aunque en principio lejos del área, pues las diagonales del también ingresado Reniero se llevaban todas sus marcas. La mayor solidez vino desde el fondo: Torrén tuvo un partido muy inspirado, saliendo absolutamente siempre con criterio, y Moyano recuperó el control de la distribución. El gran ausente del partido era el fútbol de Central Córdoba. El equipo santiagueño literalmente no volvió a atacar en el encuentro, dedicando largos minutos a conversar con el árbitro Arasa y a dejar correr el cronómetro. Con sólo mantener el orden defensivo y la marca en el medio parecía más que satisfecho.

Una vez más, Argentinos pasó los últimos minutos dominando las acciones pero sin poder traducir eso en jugadas claras en ataque. Los cambios refrescaron la ofensiva (destacándose el buen ingreso del joven Ovando), pero el tiempo pasaba entre los insólitos fallos del árbitro y las oportunas y súbitas lesiones de los rivales. Párrafo aparte para la manera en que el novel referí se dejaba influir por los sucesivos reclamos de unos jugadores de Central Córdoba. El silencio del estadio vacío dejaba más en evidencia su verborrea y sus insistentes protestas, casi siempre injustificadas. Hubo que esperar al sexto minuto de los siete de descuento para el gol del empate. Tiro libre en profundidad del destacado Torrén desde media cancha, impecable bajada de Ávalos y zurdazo de Coronel ante la salida de Mehring. Sólo después de eso Central Córdoba se acordó de atacar, quedándose con una última jugada que no prosperó. Así, Argentinos pudo salvar su invicto en el Diego Armando Maradona por el torneo local y cerró la agotadora racha de seis partidos en diecinueve días.