Argentinos Juniors tuvo una tarde irregular y debió conformarse con un empate 1-1 ante Huracán en Parque de los Patricios. Es la primera vez en el torneo en que no se lleva los tres puntos luego de convertir un gol tempranero.

Argentinos Juniors llegó al Ducó con la expectativa de dar vuelta rápidamente la página luego de su polémica eliminación en las semifinales de la Copa Argentina. Todo parecía marchar bien cuando Gabriel Florentín puso al equipo en ventaja con apenas tres minutos de juego. Una muy mala salida de Marcos Díaz fue capturada por Franco Moyano. El ex San Lorenzo esperó el momento justo para habilitar al número 10, quien puso al equipo en ventaja con una deliciosa definición de emboquillada.

Los antecedentes asignaban cierta tranquilidad. Todos los partidos en que Argentinos marcó un gol tempranero terminaron en triunfos (1-0 ante San Lorenzo y 2-0 ante Racing). Sin embargo, esa fue prácticamente la única buena jugada del equipo en la primera mitad. El gol fue tan inesperado como el fuerte chaparrón que se desató a los 38 minutos de partido. Entre el 1-0 y el final de la primera parte, el equipo de Milito careció del control de la pelota que tanto necesita. Por el contrario, asistió a un vendaval de Huracán. 

El Globo empezó llegando con más ganas que fútbol pero poco a poco fue creciendo de la mano de los buenos rendimientos de Candia, Cristaldo y Vera, abastecidos por Yacob. La defensa de Argentinos jugó al límite en todo momento e hizo vista en situaciones clave. La más clara llegó a los 15, cuando Lanzillota se lució con un espectacular rechazo ante un disparo de Cabral desde afuera del área. El Bicho, con malas tardes de algunos hombres clave como Mac Allister, Reniero y Ávalos, recién volvió a llegar al arco de Díaz sobre los 44 minutos. Carabajal marró en la definición y le dejó la pelota servida al arquero cordobés, luego de una jugada asociada tan buena como aislada.

De todos los hombres de ataque de Huracán, Enrique Triverio era el menos activo. Eso cambió en la segunda mitad. A los 56’, el santafesino puso el empate de arremetida aprovechando una buena jugada de otro ex Argentinos como Jonathan Galván. A partir de allí, se abrió otro partido más interesante. No tanto por el nivel de juego, sino por el mayor número de llegadas. El equipo de Milito hacía lo que podía contemplando la tarea dispar de sus atacantes. Se vio favorecido por el ingreso de Mateo Coronel, quien convirtió apenas cinco minutos después de ingresar. Por segundo partido consecutivo, el tanto que le habría dado ventaja transitoria al Bicho fue anulado en una decisión polémica del árbitro. Eso desató una catarata de protestas por parte del entrenador visitante que lo tuvieron al filo de la expulsión.

Con los posteriores ingresos de Jonatan y Luciano Gómez, el equipo emparejó la posesión y merodeó el área de Díaz. Sin embargo, quedaba bastante descubierto en defensa. En ese sector acabó por ser decisiva la tarea de Lanzillota, quien terminaría por erigirse en la figura del partido al ser el principal artífice del resultado final. A los 79’ se dio otra jugada dudosa en el área quemera: Ibáñez cometió un burdo penal sobre Reniero que no fue advertido ni por el juez ni por su asistente. Al final, solo quedaría tiempo para un par de salvadas adicionales de Lanzillota para que no queden dudas de su importancia en el marcador. Así, con más pena que gloria, se fue un partido en el que Argentinos fue un equipo desconocido que no supo administrar su ventaja, como le había pasado en otras etapas del campeonato. Deberá recuperar la regularidad perdida si desea disputar un lugar en la Copa Sudamericana 2022.