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Goleó y aspira a clasificar

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Argentinos Juniors derrotó por 3-0 a Gimnasia en un partido más sencillo de lo que se pronosticaba, que además estuvo condicionado por un aguacero constante. Así, cortó con una racha de cinco partidos sin triunfos justo ante un rival directo en la lucha por ingresar a la Copa Sudamericana 2022.

Argentinos Juniors hizo un buen partido y derrotó a Gimnasia y Esgrima La Plata por 3-0 en la tarde-noche del domingo. El equipo de Gabriel Milito se vio beneficiado por un rival que se mostró débil y más pendiente de su inminente clásico ante Estudiantes de La Plata que de cualquier otra cosa. La propuesta de Gorosito alternó entre una excesiva cautela y una desesperación tardía por atacar que sirvió en bandeja un resultado que el equipo local necesitaba desde hacía varias semanas.

 

El partido se inició a pedir del juego que pregona Milito: posesión total y ataque por las bandas, buscando abrir a la defensa rival para encontrar el flanco para lastimar. Más temprano que tarde logró su cometido y pudo empezar el encuentro con tranquilidad. Segundos antes de que se cumplan 12 minutos de juego, Gimnasia sólo atinaba a ver la pelota pasar. Elías Gómez sacó un córner pasado al área grande, Javier Cabrera conectó y Gabriel Ávalos la mandó al fondo de la red. El goleador paraguayo finalmente pudo anotar su primer gol en el torneo, en el que tuvo poca participación merced a una lesión que lo marginó por mucho tiempo. 

 

El equipo platense reaccionó luego del tanto y emparejó un poco la posesión, generando un pasaje aburrido en el que no había llegadas ni claridad en ninguno de los equipos. Esto se debía a que la visita estaba parada con una clara vocación defensiva. La ausencia de sus hábiles volantes y delanteros creativos se hacía notar. Así, se constituía en perro del hortelano incapaz de capitalizar el espacio que quedaba a las espaldas de Elías Gómez, una vez más volante externo antes que lateral izquierdo. Su única aproximación clara fue a través de un tiro libre que Lanzillota pudo resolver con facilidad. Las pelotas paradas, herramienta clave cuando se juega con un campo rápido como el de anoche, fueron protagonistas del partido. Gimnasia se defendía cortando los ataques con sucesivas faltas, generando varios tiros libres que Argentinos no aprovechaba. Abal se mostraba riguroso, aunque demoraba el necesario reparto de amonestaciones para limitar el juego brusco.

 

Si bien controlaba tanto el marcador como las acciones, al equipo local todavía le faltaba coordinación en el medio para consolidar su dominio y poder llegar al gol. Matías Romero se posicionaba como un líbero adelantado más que como un cinco clásico. Tenía una buena sociedad con Florentín, pero este tenía demasiado campo por delante para generar en ofensiva. Además, sus entregas estaban condicionadas por las condiciones climáticas. Así, cualquier posibilidad en ataque debía provenir de los extremos o de un arresto individual. Eso fue lo que se combinó en el tercer minuto del segundo tiempo: Javier Cabrera (de gran nivel) recibió una pelota justa de Reniero tras saque lateral de Mac Allister. Desbordó y dejó en el piso a Lucas Licht, sacando el centro ni bien alcanzó la línea final. Apareció Gabriel Carabajal y definió con facilidad al primer palo de un desorientado Rey para estirar la ventaja.

 

El dominio más claro en el resultado decantó en un mayor control de pelota. Gorosito acusó recibo y cerca de diez minutos después realizó cuatro cambios juntos para modificar el perfil de su equipo. El cimbronazo que implicó el ingreso súbito de sus principales armas en ataque (Luis Rodríguez, Eric Ramírez, Brahian Alemán y Johan Carbonero) desorientó a propios y extraños. Tanto así que Gimnasia terminó completamente descompensado, partido inexorablemente al medio y vulnerable ante cualquier contragolpe. 

 

Milito, por su parte, también introdujo algunas variantes. En parte para compensar lo realizado por el DT rival y en parte para refrescar un equipo que tenía las piernas exhaustas luego de correr con tanta lluvia. Los ingresos de Moyano y Vera trajeron más equilibrio en el medio, necesario para contener a la nueva ofensiva del Lobo. El ataque pasó a estar conducido por Mateo Coronel, quien reemplazó a Reniero. Por último, el ingreso de Sandoval se pensó como una forma de reforzar la faceta defensiva del equipo. Sin embargo, el uruguayo sorprendió ocupando el mismo rol que tenía su compatriota Cabrera. Plantado en ¾ del campo rival, hizo de las suyas en el ataque y coronó el resultado capturando un impecable centro del otro ingresado, Jonatan Gómez, para definir con el arco vacío. El 3-0 llegó a los 79 minutos, luego de varias llegadas a puro toque ante una defensa tripera que jugaba al límite.

 

La diferencia pudo ser incluso mayor, con alguna que otra llegada de Coronel sobre el final. El hecho de que el triunfo se haya dado de forma más accesible de lo esperado no le quita mérito en absoluto, sobre todo teniendo en cuenta que se logró ante un rival directo en la lucha por el acceso a las copas. Argentinos recuperó la memoria, a su goleador y a su línea de juego y eso, siempre, es una buena noticia. De esta forma, encara las dos últimas jornadas del torneo con otros ánimos.

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