En el marco de un nuevo 8M queremos recordar y reivindicar la lucha que vienen dando los movimientos de mujeres en su conjunto desde hace siglos.

El contexto actual inmerso en una cultura machista nos interpela y cuestiona de manera constante, especialmente, cada vez que se hace mención a la cantidad de víctimas de acosos, abusos, violaciones y femicidios.

Esto implica una continua revisión sobre la naturalización de determinadas prácticas que son bastante habituales, basadas en la complicidad al momento de efectuar acciones. Son los guiños, las risas, las palmadas, las charlas, las palabras, los festejos, las arengas, que lejos de ser inofensivas, son las que sostienen y profundizan las relaciones de poder.

Sin embargo, después de tanto tiempo invisivilizadas, estamos cambiando poco a poco las cosas en aras de construir una sociedad más justa e igualitaria. Sigamos conquistando, avanzando y peleando por lo que creemos, al punto que no haga falta gritar para ser escuchadas.

Desde la Comisión de Género buscamos un diálogo que sirva a la construcción de clubes y deportes que defiendan esta perspectiva y reconozcan el rol de la mujer en cada espacio.
Saludamos a todas en este día, seguimos en pie y seguiremos luchando.